lunes, 31 de enero de 2011

Décima Tercera Luna -Madre de las Semillas de los Cambios -

PARA QUE RECODEMOS EL MENSAJE QUE NOS HA DEJADO ESTA LUNA HERMOSA **





Esta Madre Lunar nos abraza curando y liberando a nuestro corazón del dolor. Si hemos aprendido las lecciones de los cambios, dejando que las lluvias, los vientos, nos acompañen a salir de los estancamientos.
A abrir las puertas de nuevo: renaciendo, creciendo, soñando.

Así como las mariposas salen del capullo luego del proceso interior, ese mismo milagro se produce en la búsqueda de nuestra esencia profunda, de la visión, el conocimiento, la valentía y la confianza.

Volando, dibujando círculos por los vientos de cambio encontramos nuestra visión; curándonos y sintiéndonos. Si el deseo honrado de cambiar permite reparar y corregir lo dañado con respeto y humildad, el Espíritu danza fortaleciéndonos, mientras la luz de la luna llena de la transformación ilumina dando brillo a nuestra visión.

Cambiar la visión de quién quiero ser y en qué es una forma de transformación que revela el potencial original.

Renaciendo libres, sin cargas, estando el tiempo presente confiadas en el Gran Misterio de lo Sagrado Femenino para crear lo más sublime, embelleciendo el género humano.

Integradas, fluyendo dentro de la Unidad de la creación, las aventuras que aguardan a nuestro Espíritu que va hacia la frontera de lo infinito son variadas. Dependen de la viajera, de su imaginación y de su voluntad de servir al conjunto, descubriendo así los misterios de la vida.
Estar listas para vivir la realización de nuestros sueños, asistidas por la Madre de las Semillas de los Cambios, alimenta el corazón nutriéndolos amorosamente, mostrándonos cómo amar nuestra Verdad.

La Gran Madre en todo momento, sobre todo los momentos de oscuridad, nos bendice y nos orienta, pues sabe nuestro deseo de ser transformadas.

Los desafíos parten de la propia debilidad personal. Los pantanos se crean por la duda en una misma, por falta de valor y confianza.
Los senderos llenos de piedras parten de la arrogancia, del enojo, del culpar a otros por nuestros fracasos.
Todo nos muestra lugares dentro de una misma excluyentes de la visión personal.
Hay que sanar al enemigo que tenemos internamente. Para que este espacio sea desde donde emerja la más sincera vocación y la visión personal atestiguando la libertad humana.

Volvernos concientes y utilizar la voluntad personal, atenta a nuestras opciones, pues el destino es un modelo abierto de posibilidades y probabilidades que está dirigido por opciones conscientes y de libre elección de nuestro destino. Aprender cuáles son nuestros dones y usarlos para obtener nuestro más alto potencial y convertirnos en nuestra Visión y Misión.
Dejar atrás la suerte determinada por las expectativas de otros que no consideran el valor y la visión personal.

El sonido de la palabra usada como vínculo sagrado construyeron originariamente los sueños que ayudaron a la humanidad a ser íntegros. Estos fugaces momentos dorados de la historia de la Tierra fueron continuamente suplantados cuando los seres humanos adquirieron las superficiales almas de mercado y la codicia y el poder se asentó y los valore básicos, espirituales y los sueños humanos fueron traicionados por el dinero, el poder y la superficialidad.

Para recobrar los valores hay que recuperar la total integridad consigo misma y la lealtad a la propia identidad, así la habilidad para abrazar la visión que está en nuestro corazón comienza a iluminarse dentro de cada una de nosotras.

El valor de las visionarias continuará desplegándose en las soñadoras, en las hacedoras de nuevas maravillas, contemplando con pasión el poder de compartir y de existir como guerreras.

Atravesando en toda la extensión las fases del crecimiento percibiendo y aceptando lo esencial para fluir armoniosamente en los cambios hasta convertir nuestra visón en una realidad tangible.
Trabajar para aprender con diligencia a ofrecer los dones con integridad y completud pidiendo guía espiritual a todas las cosas que nos dan la vida dejándonos llevar por nuestra sanadora invisible, recibiendo con gratitud sus regalos, sintiendo veneración por ese don que es el estado de gracia.
La transformación personal es uno de los misterios del proceso de la vida que contiene posibilidades milagrosas. Sin rigidez, con alegría en el corazón, permitiendo creativamente que la fuerza de la inspiración nos convierta en nuestra visón.
Este sentimiento permite que el Espíritu de aquello que hago nos lleve con su vitalidad mágica a transformar todos los actos de nuestra vida diaria permitiéndonos ser solo nuestras visiones.







CANCIÓN DE LA HERMANA DE LA MEDICINA


Oye mis palabras, oh, Hermana Guerrera.
Deja que suenen claras y verdaderas.
Ahora es el momento de ser tu visión,
Ya que el mundo tiene necesidad de ti.

Viaja por el viento, oh, guerrera pacífica,
Al lugar que sostiene tu dolor.
Libera el dolor que paraliza tu visión,
Y después ábrete de par en par para amar de nuevo.

Podemos soñar con nuestras Antepasadas,
Podemos saludar a la Estrella de la Mañana.
Juntas podemos hallar el camino,
Para estar orgullosas de quienes somos,
Llegando a ser las visiones que somos.

Así, vuela alto, mi Águila Danzarina,
Dibuja círculos por los vientos de cambio;
Así, anda libremente, mi buscadora de la visión,
Siente, cúrate y ama de nuevo.

Entonces anda bien erguida, mi espíritu guerrero,
Gloria a luz que siembras.
Entonces, continúa soñando, sanadora de mi corazón.
El amor interior es todo lo que necesitas.
El amor interior es todo lo que necesitas.

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